miércoles, 25 de agosto de 2010

Ojo por Ojo. ¿Diente por Diente?

Muchas veces los protagonistas de la pelota, recurren a esa expresión mágica utilizada para justificar actos, hechos o palabras alrededor de su profesión, pública como pocas. Ese “código” es manipulado también para maltratar a otro colega. Le tocó sufrirlo a Mauro Formica en el trabado y por momentos malintencionado Newell’s - Tigre de la pasada tercera fecha. En un Campeonato Argentino machacado por la constante exportación de sus mejores exponentes a ligas mejor pagas y mas competitivas, el ítem dinámica realmente tiene poco que envidiarle a aquellas. Se hace harto difícil encontrar espacios, generarlos y aprovecharlos, más por la enorme capacidad física y aerodinámica de los futbolistas, que por la competencia de quienes tienen esa característica estética del buen pie.
Erviti, uno de los exponentes más notorios, le dio brillo a un híper-dinámico BanfieldEstudiantes, dejó en ridículo a Verón con un caño de antología. El mundialista, percibe que el ojo por ojo se trueca únicamente con la misma moneda, con una devolución del “túnel”. Lo sabe y por eso también es crack.
El 10 del equipo leproso, recibió una pelota sobre el costado derecho del ataque, pisó dos veces la pelota y salió airoso de la marca. Ante el grito de “ole” de su parcialidad, los rivales lo miraron con malos ojos. Si bien en ese momento, su elenco ganaba y tenía dos jugadores de campo mas, la virtud de Formica radicó en haberlo hecho en inferioridad, ya que lo acosaban dos rivales, y con poco espacio, la línea de cal distaba a menos de medio metro. Al término del partido, Galmarini lo increpó por esa finta. Curiosamente, el ex River no era uno de los dos en cuestión. Quizás, por ese “código” se sintió con derecho a sermonearlo. No es el único, pero lamentablemente es moneda corriente.
También es muy cierto, cracks hay pocos…

Primal
(Sin Achique)

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