¿Qué le pasa a nuestro fútbol doméstico? ¿Cuál es el fútbol que estamos viendo?...
Por los canales de cable nos llegan las transmisiones del fútbol europeo, de las ligas de Inglaterra, España e Italia entre otras y por las cuales, como televidentes, disfrutamos de buenos partidos de fútbol. Los estadios donde se juegan esos encuentros son de última generación, cuentan con todas las medidas de seguridad impuestas por la FIFA, en la cual todos los espectadores deben estar sentados disfrutando de un evento en familia. Las capacidades de estas canchas para albergar a los espectadores son enormes, pero así y todo nunca es posible encontrar localidades disponibles, ya que se agotan con mucha antelación porque en su cultura, concurrir a un estadio de fútbol, es como ir a un “espectáculo” brindado en los mejores teatros.
En forma contraria, a lo expuesto anteriormente, vemos como en nuestro país, la cultura mamada nos lleva a que cada fin de semana los hinchas de los equipos de fútbol se matan por conseguir una entrada para poder asistir al partido del equipo que son hinchas.
En coincidencia como en el viejo continente, los estadios explotan pero de una manera bastante distinta, desordenada y desprolija. Aquí no se concurre a disfrutar de un “espectáculo” sino que se van todos “como vacas al matadero” a ver el “fulbo”.
Comencemos aclarando, que en nuestros estadios no se cumplen las normas de seguridad impuestas por FIFA, los espectadores ven el partido en las populares todos de pie, y la estructuras edilicias de estas canchas son antiquísimas.
Solo el hecho de ponernos a pensar, que el estadio más importante de Argentina, “El Monumental”, no tiene reforma de fondo desde el año ´78 cuando fue inaugurado para el mundial en nuestro país. Sin dejar de lado que los otros estadios de nuestro fútbol, a pesar de tener alguna que otra reforma, siguen siendo totalmente inseguros, antiquísimos y poco confiables para el espectador. Hay un gran abismo entre lo que ocurre en Europa y los que se vive por nuestras tierras.
Por otro lado, quería centrar la atención en lo que nos están ofreciendo en los rectángulos de juego.
El fútbol que se desparrama en las ligas europeas es de un alto nivel táctico, técnico y de buen gusto a los ojos del espectador, mientras que por nuestras pampas nos estamos acostumbrando a ver partidos aburridos, chatos, con poco juego, en donde prevalecen las patadas, los golpes, los choques, y en donde apreciar un encuentro en forma completa lleva al espectador a que se le “caigan los ojos”.
A estos argumentos, debemos sumarle los riesgos de seguridad y el aumento en las entradas, por lo que me surge la siguiente pregunta:
¿Por qué los estadios de nuestro fútbol siguen colmados de hinchas?...
La abstinencia de fútbol local luego del mundial y la algarabía de los hinchas de aquellos equipos que empezaron este campeonato en posiciones comprometidas con el descenso y hoy en día están siendo protagonistas, son una de las claves para poder entender semejante exitismo en el público asistente a un estadio del fútbol argentino.
Otro punto que no debemos descuidar, son las barras bravas. Estas asociaciones ilícitas, que se mueven dentro de los estadios organizando distintos negociados turbios, moviendo gran masa de gente, ahora quieren blanquear sus actividades pidiendo ser reconocidos como acomodadores, tarea por la cual exigen un salario…
Estas cosas son las que hacen que nunca podamos soñar con tener un fútbol mejor, mas organizado, sincero…los delincuentes quieren camuflar su imagen para enquistarse más en el círculo futbolístico y desde donde “blanquear” y justificar su existencia.
Todos estos atenuantes nos llevan a entender que el exitismo no tapa las falencias.
Al hincha no le importa ver buen fútbol, solo le basta con alentar y “aguantar los trapos”.
Pero para todos aquellos que tenemos una mirada distinta de cómo deberían ser las cosas y pedimos un cambio radical en la organización del fútbol argentino esperemos tener la suerte de alguna vez disfrutar un partido de fútbol en un estadio argentino como un “espectáculo”.
Por Gabriel D’Onofrio.
(Sin Achique)
es asi,nuestra exigencia futbolistica nos define como sociedad,politicamente somos iguales,no les pedimos a los funcionarios ni a los opositores que realmente se ocupen de lo cotidiano de nuestros problemas,y nos ponemos de acuerdo o en contra en temas que nos son mas bien lejanos.El aguante los trapos se refleja en defender un partido politico y no una idea.
ResponderEliminarsaludos.