miércoles, 22 de septiembre de 2010

En la 7ª… Me Bajo

¿Quién podría pensar que esta fecha nro 7 se llevó puesto a tres técnicos del fútbol argentino? Con el comienzo de una nueva semana tres bancos de suplentes quedaron libres, sin conductores a la vista. Los DT de Independiente, Huracán y Colón perdieron sus respectivos cargos.
El que más ruido trajo en el mundillo futbolístico fue el de los rojos de Avellaneda, porque a la renuncia del “Dany” Garnero hay que sumarle la del manager Cesar Luis Menotti con la cual también se  llevó  consigo el famoso “proyecto” al cual habían apostado luego de la no renovación del “Tolo” Gallego al frente de los Diablos Rojos.
La que más sorpresa despertó en el ambiente fue la renuncia del Chulo Rivoira.
El Globo de Parque Patricios, venía haciendo una campaña bastante aceptable con 2 triunfos, 2 empates y 3 derrotas sumando así 8 puntos en su haber.
El partido del viernes en el cual el “Lobo” platense lo goleó por 3 a 0 terminó de convencer a su técnico que el ciclo estaba cumplido y que era imposible seguir al frente del barco. 
Y como habíamos anticipado en la nota “Belleza” del 31 de agosto, el tiempo nos dio la razón. Mohamed dejó su cargo en Colón luego de 30 meses de gestión al frente del “Negro” santafecino.
La poca cantidad de puntos cosechada en este último tiempo, llevó al “Turco” a tomar la decisión de abandonar la institución, en la cual marcó un record de permanencia al frente del primer equipo profesional.
De las tres cabezas que rodaron en esta fatídica fecha siete, la que mas justificación tiene es la del ex DT Rojo Dany Garnero, ya que nunca pudo transmitir a sus dirigidos el fútbol que supo mamar y en el cual se distinguió como jugador.
Quizás su falta de experiencia a la hora de comandar un grupo o la falta de carácter para imponerse ante las distintas definiciones que se le presentaron, llámese Maxi Velazquez o  Mareque, la falta de capacidad para leer el juego y poca reacción para  darse cuenta en dónde meter mano y corregir errores, terminaron en la picadora de carne, triturando a otro ídolo del club de Avellaneda, como pasó con Bochini, Bertoni, Trossero, Burrruchaga, etc… 
El tren de la séptima estación pasó y bajó a tres pasajeros que se les consumió el pasaje. Veremos que nos depara la octava estación, por el momento todos tratan de cuidar sus asientos y aferrarse fuerte a los pasamanos para que sus boletos lleguen a destino, “el final del Torneo”.



Por Gabriel D`Onofrio
(Sin Achique)

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